evolución del ultrasonido
El ultrasonido en la piel puede mejorar la circulación sanguínea, estimular la producción de colágeno y elastina, y ayudar a reducir la apariencia de arrugas y líneas finas. Los primeros ultrasonidos de alta intensidad, mejor conocidos como HIFU, contaban con resultados cuestionables. Existen diversas certificaciones y licencias para aplicar HIFU en pacientes. Siendo necesario un mayor grado de especialización que otras tecnologías de tratamientos faciales y/o corporales, tales como micro-corriente. El ultrasonido focalizado de alta intensidad produce calor y puede dañar el tejido de la piel.
El HIFU no es una “técnica nueva”, su historia se remonta a los años 50 en Estados Unidos, donde empezaron las primeras investigaciones y fue en 1990 cuando llegó su aplicación real en pacientes.
Es una tecnología muy popular pos sus resultados de tratamiento facial no quirúrgico, capaz de alcanzar los 70 °C y más, donde la destrucción del tejido es inevitable. Por ese motivo este tipo de tecnología ha evolucionado con diferentes adiciones en el formato de aplicación, intentando reducir los riesgos que este implica.
Nosotros confiamos en SonNext, un HIFU no térmico, capaz de brindar soluciones antiedad sin daño alguno en la piel. Esto resultará en una mejor apariencia y progreso constante de la calidad de la piel. Además de entregar los resultados visibles de forma inmediata.